• Acudir a recibir apoyo especializado en el área.
  • Promover la enseñanza estructurada con apoyos visuales que le permitan predecir y comprender lo que está sucediendo, lo que va a pasar y lo que se espera de él.
  • Tratar de comprender por qué sucede una conducta, principalmente una conducta “disruptiva o de berrinche” son conductas de estrés por falta de comprensión del entorno, saturación sensorial o faltas de herramientas de comunicación.
  • Las intervenciones primordialmente deberán enfocarse a las áreas específicas del autismo: comunicación, integración sensorial, socialización y procesos del pensamiento.
  • Siempre hay que priorizar habilidades comunicativas y de autonomía para después abordar contenidos académicos, siendo estos un medio y no un fin en la intervención.
  • Los apoyos visuales pueden ser pictogramas, fotografías o imágenes según el nivel de abstracción de la persona (que realmente comprenda lo que significa el dibujo).
  • Contemplar siempre que son niños, adolescentes y jóvenes con derecho al tiempo libre, juego y esparcimiento.
  • No existe un medicamento para el autismo, los medicamentos se utilizan para abordar temas específicos de sueño, atención o irritabilidad; su aplicación variará según el caso; no todos necesitan medicamento.
  • Hay que abordar la selectividad alimenticia cuanto antes para evitar problemas de salud como el sobrepeso.
  • Actividades siempre acorde a su edad cronológica.
  • Promover a toda costa, el vínculo para poder desarrollar más y nuevas habilidades.
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